Los tics son contracciones musculares breves, involuntarias, bruscas, repetidas, sin propósito, y que se manifiestan como movimientos estereotipados. "Normalmente el niño siente la necesidad irresistible de realizarlos, disminuyendo parcialmente mientras está concentrado en una tarea específica, pero aumentan en aquellas situaciones en las que el niño padece estrés o fatiga" asegura la psicóloga clínica www.psicologiaclinicagloriagimenez.comLa forma de manifestarse es muy variada y suelen cambiar a lo largo de la vida, pudiendo haber periodos en los que desaparecen.
Los tics se pueden clasificar en función de tres criterios:
- Tics motores, producidos por movimientos o fonológicos, debidos a la contracción de la musculatura respiratoria, laríngea o nasal, como gritos, gruñidos o sonidos guturales.

- Tics simples, son sacudidas de un solo grupo muscular, fundamentalmente de zonas superiores del cuerpo, en las que se aclaran la garganta y tosen, y los tics complejos, en los que intervienen varios grupos musculares que conlleva movimientos más elaborados y enlazados, como saltos, frases palabras en ocasiones malsonantes, agacharse y dar vueltas. 

- Tics pasajeros, cuando duran entre un mes y un año, y los crónicos, cuando se prolongan más de un año.

Según Gloria Giménez, Especialista en Psicología Clínica Infanto-Juvenil "Lo más habitual es que se trate de un problema primario que no requiera más estudios que una exploración psiconeurológica, pero en algunos casos podemos encontrar alguna enfermedad asociada o subyacente, por lo que si se sospecha puede ser necesario realizar algunas pruebas complementarias que la descarten." para ello contamos con nuestros Especialis colaboradores en nuestra consulta, de referencia en BARCELONA QUIENES SOMOS?
La mayoría de los tics no suelen interferir en las actividades cotidianas, pero hay casos en los que están muy presentes y cuando las medidas psicoeducativas no han sido suficientes, llegan a producir una limitación funcional y social en el niño, incluso a veces repercutiendo en su rendimiento académico. En estas situaciones se puede plantear la posibilidad de un tratamiento farmacológico.


Cómo se debe actuar ante un niño que tenga tics:

  • Debe evitar llamar la atención al niño para que controle o termine con los tics, ya que en la mayoría de los casos no son conscientes de ellos.
  • Si el niño se da cuenta de que los tiene, resulta de ayuda hacerle preguntas directas acerca de si estos le ocasionan problemas físicos, como dolores de cabeza o de cuello o bien emocionales, como preocupación o sensación de vergüenza por ellos.
  • También puede ser de gran utilidad las técnicas simples de relajación, como ejercicios de respiración o jugar a oscurecer la habitación y contar un pequeño cuento de dos o tres minutos, ampliando el tiempo poco a poco.
  • Llevar una vida sana y activa: comer bien, dormir lo suficiente y realizar actividades físicas. 
  • Evitar los videojuegos o juegos de computadora agresivos o excitantes. En muchos niños los tics aumentan al jugar con estos.
  • Si los tics, resultan incómodos, se puede inducir al niño a desarrollar estrategias de sustitución de los mismos.
Hay que tener en cuenta que los trastornos de tics crónicos con frecuencia se asocian a alteraciones conductuales, como pueden ser los comportamientos obsesivo-compulsivos, el déficit de atención, la hiperactividad o los trastornos del aprendizaje, a menudo con mayor repercusión en el día a día de los niños que los propios movimientos involuntarios.

En este caso es necesario que consulte con su PSICÓLOGO DE REFERENCIA  para un abordaje multidisciplinar del mismo y minimizar las repercusiones futuras que pueda tener. 
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