sábado, 14 de enero de 2017

Cómo mejorar nuestro día a día?





En nuestro día a día, tenemos una gran cantidad de asuntos a resolver y que coordinar: amigos, familia, trabajo, ocio, descanso… Pero en realidad son pocas las cosas que podemos controlar por nosotros mismos. Aprende a dominarlas y cambiarás tu mundo.
Durante el día tomamos una gran cantidad de decisiones con diferentes resultados. Hemos de incrementar las positivas y reducir las negativas.
Decisiones como cepillarse los dientes antes de dormir, llevar una dieta saludable o ir al gimnasio son algunos ejemplos de acciones que ayudan a sentirse bien y te acercan a tus objetivos de éxito y felicidad. 
Las negativas, te alejan de tus objetivos, no te hacen sentir bien, disminuye tu auto confianza y tu seguridad, ya que quitan más de lo que dan. 
Por lo tanto, vamos a centrarnos en todo aquello que tu sí que puedes dominar y vamos a dejar de perder el tiempo intentando controlar lo que no está en tu mano.

1. Inhala, exhala, repite

La mayoría de la gente ni siquiera piensa en su respiración, ni el poder que tiene la capacidad de concentrarse en ella. Siente como tu pecho sube cuando inspiras y baja cuando expiras.
La respiración es vital para relajarse y ralentizar tus pensamientos. Con unas simples respiraciones profundas dejas de centrarte en lo horrible de la situación para hacerlo en tu respiración. Cuando te enfocas en tu respiración, puedes contar “uno” mientras inhalas”, “dos” al exhalar. Al llegar a 10, comienza de nuevo. Empezarás a sentirte mejor muy pronto.


2. Háblate bien

Todos tenemos una voz en nuestras cabezas y en ocasiones puede ser muy crítica. 

Registra las veces que durante el día te envías mensajes negativos a ti mismo. 
Te sorprenderá con que frecuencia te criticas al cabo de un día, con ese diálogo interno. 




Trata de hablarte con compasión, con frases más positivas y estimulantes, verás como tu actitud empieza a cambiar rápidamente. Mensajes del tipo: “todo el mundo se equivoca”, “equivocarse es humano”, “un fracaso no me convierte en un fracasado” o “sólo fallando se aprende”. Estas consignas hacen de nuestro día, un mundo mejor.

3. Dá las gracias.

Practica el agradecimiento, tu felicidad y productividad aumentará, ya que expresar gratitud hace que nos centremos en la esperanza, el optimismo, la inspiración, la valoración de los esfuerzos y resistir mejor los contratiempos.

4. Presta atención al lenguaje corporal

Según el neurocientífico Amy Cuddy, puedes demostrar el poder y la confianza simplemente cambiando la manera en que sostienes tu cuerpo. 
Por ejemplo, la adopción de una postura de confianza con los brazos en las caderas y piernas bien posicionadas aumenta la testosterona y disminuye la hormona del estrés cortisol. Con el lenguaje corporal enviamos mensajes a nuestro cerebro de cómo nos sentimos y qué queremos transmitir, y él, responde al momento.
Ante situaciones que pueden generarte estrés, practica posturas de fuerza para informar a tu mete de lo que esperas de ella.

5. Mantente activo (física y mentalmente)

El ejercicio es una buena oportunidad para simplemente no pensar en nada. Aunque no es obligatorio ir al gimnasio, tómate 20 minutos del día para levantarte y moverte.
El movimiento ayuda a liberar tu mente y tu cuerpo para estimular tu potencial creativo. Caminar se ha encontrado que aumenta la creatividad. Hacer algo de actividad te ayudará con la creatividad y también a focalizar la atención en aquello más importante.
Juega al Sudoku o a hacer crucigramas, o a cualquier actividad que resulte un desafío para tu mente. También puedes obtener un beneficio similar de la meditación. Con sólo de 20 a 30 minutos diarios se ha demostrado que aumenta la concentración, reduce el estrés y la ansiedad, e incluso reduce la sensación de dolor físico.

6. Come inteligentemente

Quizá la comida basura te guste, pero es un claro ejemplo de decisión negativa. Esta alimentación hace a tu cuerpo más lento y bajo de energía.
El consumo excesivo de azúcar, se ha relacionado con todo tipo de trastornos de salud, los cambios de humor y la caída de la productividad. Además, los alimentos procesados ayudan, cuando no son causa directa, de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad, e incluso el cáncer de mama. 
Ten en cuenta que tener siempre a mano algo de verdura o un plato de fruta te ayudará a elegir la opción más saludable cuando estés cansado o hambriento, para evitar que el hambre nos sorprenda.

7. Duerme de forma reparadora

El sueño es fundamental para el enfoque, la concentración, el trabajo y el rendimiento académico, mantener tu apetito bajo control, y toda una serie de aspectos positivos para la salud. 


Si nos encanta ver salir el sol, ¡genial!, es una decisión positiva que nos ayudará a estar mejor durante el día y a ser agradecidos. Pero para que sea efectivo, debes estar en la cama a las 9 pm. Nada es tan reparador y positivo como una buen descanso y un sueño reparador. 
Si te cuesta calmar tu mente para conciliar el sueño, puedes utilizar auto-instrucciones del tipo: “Estoy orgulloso del trabajo hecho hoy, agradezco a mi cerebro y a mi cuerpo es esfuerzo hecho y ahora voy a dejar que descansen tranquilamente.” También puedes seguir algún consejo para evitar, reducir o eliminar el insomnio.

Conclusión:

Si un cambio de vida no es una opción a barajar, al menos es interesante que conozcas algunos métodos, herramientas, técnicas o pautas que harán que tu vida mejore y que, sin darte cuenta, provoquen ese cambio en tu vida.





martes, 3 de enero de 2017

LA NUEVA ADOLESCENCIA. PSICOLOGÍA ANTIAGING






LA NUEVA ADOLESCENCIA.





SI miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía:

 la gente que hoy tiene entre cincuenta y sesenta años:


A este grupo pertenecen una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "envejecer", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de hacerlo.


Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse. 


Este nuevo grupo humano que hoy ronda los cincuenra, sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria.


Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso. Supuestamente debe ser por esto que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde el 5º piso del departamento. 



Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando sus madres habían sido educadas a obedecer y ahora pueden ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado en ocupar.


Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, algunas estudiaron una carrera universitaria junto con la de sus hijos, otras eligieron tener hijos a temprana edad, fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S.A.". Este tipo de mujeres nacidas en los 50s o 60s. no son ni por equivocación las clásicas "suegras" que quieren que los hij/as les estén llamando todos los días, porque ellas tienen su propia vida y ya no viven a través de la vida de los hijos. Su camino no ha sido fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente.


Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "cincuenta, sesenta o setenta"", hombres y mujeres, maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias.

Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.


La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo…
Ellos, los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.


Hoy la gente de 50 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 50, 60 y 70 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás. Quizás por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.


Nota : nota pasada por una de nuestras pacientes joven e inteligente.... De que edad?

 Y eso que importa!!!!


Gloria Giménez 2017